La fantasía se esconde debajo de nuestros
corazones, allí donde late el silencio; allí donde se descuida la razón; allí
donde se origina la magia; allí donde se alimenta el deseo. Se resguarda de la
rutina, que es una lluvia, fina, que nos empapa
de tristeza. Pero, en cualquier momento, un paisaje, un abrazo, un beso, nos
habla del lugar anhelado, que sonríe al otro lado del silencio.
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