Nuestra vida, se resume en unos pocos
actos, que realizamos como si fuéramos autómatas guiados por la costumbre; por
la no incertidumbre; por la metástasis de lo correcto. Cada amanecer, nos
levantamos con la esperanza de que nuestro día no diste mucho del anterior.
Dejamos la cuchara de remover el café, en el fregadero, donde, la memoria se
transforma en un payaso, que llama al olvido de lo cotidiano.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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