Este verano en España, esta siendo atroz
para las mujeres, sus cuerpos y sus vidas. Han sido asesinadas, unas cuantas.
Mi memoria ha perdido la cuenta. Han sido violadas otras tantas. Mi cuerpo ha
olvidado el número. La gente dice, que se ha puesto de moda matar y violar.
Pero, yo creo que antes también pasaba, y era ocultado por una sociedad, que
tenía miedo a saber la realidad; que no quería juzgar a estos hombres. que
pasaban desapercibidos bajo sus conductas intachables; bajo sus sonrisas de
escaparate, entrelazados a sus oraciones, dominicales, que adoraban a un dios que
miraba para otro lado. Pero dios, se ha vuelto laico y la justicia empieza a
ser creyente del testimonio de las mujeres, que hartas de ser usadas como
objetos de segunda mano, empiezan a tomar conciencia de ser ciudadanas de
primera.
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