Tengo,
muchas veces, ganas de huir de una sociedad, que siempre come lo mismo; que siempre se viste de hombre por miedo a ser mujer que siempre olvida la magia de la contradicción; que siempre
margina la necesidad de la imperfección. Una sociedad, encorsetada, dentro de
una camisa de fuerza; vigilada por partidos políticos de derechas o de
izquierdas; que solo quieren controlar nuestro pensamiento, por eso, me gusta
refugiarme en un libro, en un atardecer, en un cuadro. Caminar en silencio por
ellos, hasta llegar a un mundo, donde cada uno de nosotros, seamos utopías con
sonrisas; seamos utopías con manos que acaricien; seamos utopías con labios que besen. Un mundo donde pintar
los sueños sea fácil.
Ana Tapias ( todos los derechos reservados)©
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