Cada día, abrimos los ojos, con la certeza de estar vivos, para sobrevivir
a nuestra rutina; que se despierta, dentro de una cafetera, cargada de olores,
de sabores, de circunstancias, de inexactitudes, a las que hemos, de dar forma,
en nuestro pensamiento; a las que hemos, de conjugar, en nuestros actos; a las
que hemos, de soñar, en nuestra mirada; que a veces llora, cuando se derrama sobre
nuestra ilusión la derrota de sabernos mortales.
Ana Tapias( todos los derechos reservados(©
Con
todo mi amor a mis cinco sobrinos; Santiago, Alonso, Guillermo, Mariana e Inés.
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