El invierno se despide feliz, está harto de asumir el peso de las conversaciones. El frío, la nieve, los temporales son portadores de pocas sonrisas.
Sí eres de Segovia, no caminas con tranquilidad por las calles, andas deprisa para buscar un lugar donde olvidar que tu cuerpo es un cubito de hielo. No dejas que tus manos se explayen, las encadenas a los guantes. Los ojos apenas ven el horizonte, tapados con una bufanda, que te hacer parecer un policía, a quien no se le debe reconocer.
Si eres de Segovia, presumes de no tener frío hasta que el termómetro no marca el temido menos.
Si eres de Segovia, anhelas los rayos que te queman la piel, que sufre la cadencia del moreno de ordenador.
!Bienvenida primavera, adiós invierno, duerme unos meses y dejame soñar con los versos de Bécquer:
":. tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará!
Despertaré al olor, y al zumbido de los insectos.
Sí eres de Segovia, no caminas con tranquilidad por las calles, andas deprisa para buscar un lugar donde olvidar que tu cuerpo es un cubito de hielo. No dejas que tus manos se explayen, las encadenas a los guantes. Los ojos apenas ven el horizonte, tapados con una bufanda, que te hacer parecer un policía, a quien no se le debe reconocer.
Si eres de Segovia, presumes de no tener frío hasta que el termómetro no marca el temido menos.
Si eres de Segovia, anhelas los rayos que te queman la piel, que sufre la cadencia del moreno de ordenador.
!Bienvenida primavera, adiós invierno, duerme unos meses y dejame soñar con los versos de Bécquer:
":. tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará!
Despertaré al olor, y al zumbido de los insectos.
Ana Maria Tapias Garcia.
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