Gotas de lluvía se deslizan por el banco, donde hace unas horas dos cuerpos o uno tal vez, se sentaron para hablar de cómo todo les afecta, hasta una mirada que busca su amargura.
Cada uno de nosotros nos sentaríamos en él , y pensariamos en algo o en alguien. Nos cuesta dejar la mente en blanco, alejada de los problemas, de las dudas, de la melancolía que nos supone un mañana sin paraguas. Deberiamos buscar bancos en blanco y negro para poder soñar.
Ana Maria Tapias Garcia.
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