viernes, 9 de mayo de 2014

Héroes caídos

La muerte de Yago Lamela, a quien seguí cuando era un deportista de elite, dibuja un silencio sobre aquellos hombres y mujeres,  a quienes adoramos  y luego perdemos la pista al bajar al asfalto. Nos llenan de esperanzas al verles saltar, y ganar,  sus medallas, nuestras medallas, pensamos, que nunca seremos capaz de lograr, porqué saltar, correr, no está en nuestro código génetico. Colorean nuestras derrotas, con el himno de nuestro país, que nuca oiremos por encima de nuestras cabezas. Alardean de fuerza,  tras horas de combate,  con la incertidumbre. Sueñan con ser imbatibles con sus cuerpos musculosos, que dejan los nuestros,  al lado de la mendicidad. Cantan con sus sonrisas al futuro que les olvidara.
 Yago Lamela, tiene algo de la aburrida monotonía, que nos conmina al suicidio con forma de infarto. Yago Lamela somos cada uno de nosotros,  cuando nos perdemos sin remedio en el atardecer.
 
Ana Maria Tapias Garcia.

 

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