Los niños en la guerra han de sobreponerse a la realidad , para poder imaginar que el mundo no son bombas ni balas incrustadas en las paredes, donde deberían escribir sus nombres, y mirar de cara a ella, mientras sus amigos se esconden. Ellos han de esconderse, de aquellos, que han decidido cubrir su inocencia de sangre , que yace tendida en la cama de un hospital.
Los niños de la guerra recordaran su infancia en blanco y negro, porque nadie les enseñó a pintar en color.
Los niños de la guerra recordaran su infancia en blanco y negro, porque nadie les enseñó a pintar en color.
Ana Maria Tapias Garcia.
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