El domingo voy a participar en la Primera Marcha contra el cáncer en mi ciudad, Segovia. Recordaré a mi abuelo Leoncio, y al resto de mis familiares, cuyos últimos suspiros se les llevó la enfermedad que rompe corazones.
La sociedad debe luchar, debe gritar, debe manifestarse contra la metástasis en que se ha convertido la corrupción. La gente se ha vuelto egoísta, se ha quedado ciega, no sabe mirar al dolor.
La quimioterapia que hacen los granes partidos, expulsando a los corruptos, no es suficiente. Han de devolver el dinero, para curar de una vez por todas a la democracia, que agoniza sin techo.
Ana Maria Tapias Garcia.
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