Los señores de blanco formarán parte de nuestro paisaje de prisas y silencios. Les veremos en aeropuertos, en bases militares, en hospitales, en cafeterías, en bares. Les temeremos más que a los señores de negro, por excelencia, los cobradores del Frack.
La distancia con ellos será requisito para sobrevivir, pues llevan pegados a sus trajes de alta costura la muerte.
Ana María Tapias Garcia.
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