miércoles, 15 de abril de 2015

Lluvia

LLueve, las gotas caen como si fueran pequeños recuerdos, mi madre me agarraba del abrazo, soy su bastón, paseábamos por las calles donde pasó su infancia, todo ha cambiado; las tiendas y coellas los viejos oficios; las personas que la mayoría son fantasmas acicalados, que sasomadesde sus ,olvidadas, ventanas a mirar como pasa el tiempo. 
Memociona oirla, sujeto mis lágrimas, que buscan a mi bisabuela, Flora,  quenviduó jovede mi bisabuelo,  Manuel, con tres niños pequeños: dos niñas, siendo mi abuela una dellas, y uniño; que buscan al lechero, al  herrero, al  zapatero,  camuflados bajo el áurea de la supervivencia, que apenas sonreirían a los niños,  que correteaban por la calld Melitón Martín, que sescondíadetrás del viejo carro, al que vuelveen su vejez para recuperar quienes fueron. 
Mis lágrimas son lluvia,  quresbala pausadamente por mis mejillas.


Ana. M. Tapias G
A mi mamá: Carmina García Heredero, con mucho amor.

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