Cuesta asimilar la imágen de un policia matando a un hombre de color, que corre presa del pánico, un hombre desarmado que arrastra las huellas de la esclavitud, que le hicieron caer derrotado sobre la hierba, donde fue esposado ya muerto. Las flores lloran por su vida, las hormigas le hacen cosquillas para que resucite, el silencio grita su nombre, la hieba susurra la palabra" Paz", las balas han de ser enterradas no lo hombres.
Ana. M. Tapias G.
No hay comentarios:
Publicar un comentario