Somos demasiado vulnerables como para pensar en lo que nos espera. El otoño es una metáfora sin cerrar de nuestro calendario. Si, nosotros también caeremos del árbol a un banco solitario, hecho de distancias, de compromisos a los que renunciamos, de besos por lo que suspiramos, de amigos en lo que creímos, de palabras con faltas de ortografía, a las que nos acostumbramos por miedo a rebelarnos. Un jardinero nos reclutará hacia un cubo oscuro, con más hojas que lloraran a nuestro lado, sin recordar lo que fueron. La vida es demasiado breve para soñar lo que no fuimos.
Ana Tapias
Con cariño a mis amigos: Idoia Aguirre, Antonio Letelier, y Fernando.
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