miércoles, 30 de noviembre de 2016

Enterrar a los animales


El martes a unos de metros de casa, me dio por mirar al suelo, me encontré con algo pegado, parecía sangre;  estaba muy aplastado, deteriorado, desfigurado; seguí el rastro, era un gatito marrón atropellado; grité con poca voz. "Pobre animalito, seguro que lo conocía, le había hecho alguna foto", pensé. Mis lágrimas invisibles inundaron el asfalto. Ayer, miércoles, al hacer una foto a la " Mujer muerta", montaña segoviana; observé, a mi lado una paloma, encerrada en si misma; sus alas extendidas, tapaban su rostro. Sentí que los animales, morían en cualquier lugar, bajo la indiferencia de todos.  Imaginé, un cementerio municipal para palomas, pájaros, perros, gatos, callejeros. Con un enterrador ,que recitará un poema en su último adiós. Los animales, también merecen dignidad en la hora de su muerte.
Ana Tapias

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