Sus pies mojados, descalzos, sin salvavidas; dejan atrás, una vida compuesta de sacrificios, a lo que ya no pueden venderse más. Olvidan su genética, sus tradiciones, su pasado. Llenan su mochila de horizonte, surcan el mar, hasta pisar la arena. Serán perseguidos. Internados en centros, cuajados de más pies descalzos. Nadie encuestará a sus dudas. Serán devueltos a su miseria, donde morirán, con la mirada puesta en una sociedad que los arrebato su dignidad.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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