Creo que las corridas son una agonía, que se debería evitar. Así las banderillas, o la estocada final, podrían ser sustituidas por otros lances menos dolorosos, donde el torero también se luzca. Respeto a los taurinos, no soy quien, para decidir la forma de vivir, de amar, de soñar, de disfrutar de nadie. Reconozco, que veo los encierros de San Fermín. Admiro la lucha en las calles de los toros, ajustándose a la manada, que corre incierta, insegura, veloz, ante el ritmo marcado por el más fuerte; el más débil, cae el suelo, le cuesta levantarse, pero, lo hace aupado por la multitud escondida, detrás de las talanqueras; el más decidido, se da la vuelta, en busca de los corrales; el más aguerrido, cornea al mozo despistado. Son unos minutos, donde mi mirada siente vértigo, peligro, deseo, de que la batalla hombre-animal, no tengan ganadores ni vencedores.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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