Hay personas que parecen que tienen un galicismo entre pupila y pupila, y miran como si vivieran en otro país, donde las montañas son más altas, las cumbres más cerradas, los lagos más prehistóricos, los rios menos caudalosos, los casas más bastardas, los coches de matrículas laberinticas, los abrigos más desnudos de color, el arco iris más grande, la siesta un olvido de la frecuencia. Por eso, es necesario usar gafas bifocales para enfocar hacia la ternura de la evidencias, hacía el beso de las formas, hacía el susurro de las debilidades, hacia la caricia de los sueños, que encierran las metáforas en la mirada.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
No hay comentarios:
Publicar un comentario