A la vista de todos como si fueran gotas sacadas del grifo de la guerra, mueren los niños en Siria. Sus lágrimas, yacen descuartizadas de pudor bajo las aceras. Su sangre, invisible, permanence resguardada en los sótanos. Sus manos sin huellas tocan los sueños de los niños vivos. Sus pies descalzos, invertebrados, resucitan en medio de las bombas. Sus huesos corren para no ser alcanzados, pero siempre lo son, acabando sus rostros,inmaculados, en el basurero de la historia.
Con amor a la memoria de los niño sirios asesinados.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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