miércoles, 7 de marzo de 2018

Profanar la sensibilidad

 La sensibilidad es consecuencia de un egoismo achacoso, con décimas de fiebre, que se cuece a fuego lento, para  ser devorado en un plato como si fuera un mejillón vacio de su ser. Algunos, optan por no comer más allá de su mirada; otros, se lanzan hacía la cazuela a cazar instantes ajenos, para comprenderlos, asimilarlos, portarlos, como parte de sus digestiones. Profanando la sensibilidad, tratándola como sustancia de su pensamiento, quien nunca se atreverá a poner el termómetro al egoismo.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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