¿Por qué las campanas nunca anuncian la llegada de la niebla? Que se aproxima como si fuera un susurro mediático de las nubes, que cae sobre nuestros pesados cuerpos como una bomba nostálgica del ayer; donde anhelábamos el mañana como una ilusión de una vida sin dolor, pero, la niebla se transforma en una rosa blanca que clava el frio en las miradas, que lloran sin pedir permiso. Tal vez, sea mejor no acostumbramos demasiado a sonreír pues, la niebla siempre aparecerá al otro lado de nuestras ventanas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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