Este amanecer, me he levantado inquieta, revuelta, asustada por mis
pesadillas acaecidas en la otra realidad, que se conforma en los sueños.
"No sé cómo explicarme", escucho, muchas veces, a amigas que intentan convencerme de sus argumentos.
Mi vida paralela es difícil de explicar, por algún motivo que no logro entender
en la realidad de la ausencias, que es en la que escribo ahora. Mataba a mi
abuela materna, Encarna; escondiendo su cadáver en el cubo de la ropa sucia del
cuarto de baño de su casa. En ningún momento aparecía cómo la asesinaba, sólo
sé que la dejaba sin vida.¿Por qué haría eso, si mi abuela era una de las
personas que más he querido y que más me han querido? Al llegar mis padres de
vacaciones, descubrirían mi fechoría así que dejaría de ser feliz e iría a la cárcel.
Pero, a pesar de saberme condenada a media vida encerrada entre rejas; he
sentido la presencia de mi abuela, la he vuelto a recordar, a querer, a desear
abrazar, a llorar con una sonrisa mientras escribo. El mundo de los
sueños, no sé cómo explicarme me ofrece
ciertas madrugadas el abrazo del ayer.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
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