Blancanieves ha muerto, y no la ha matado una manzana, envenenada, por una bruja malvada, anclada en la envidia y pasada de arrugas. Ha Blancanieves, la ha asesinado la evolución de la mujer; que sueña, piensa, crea, en igualdad. con el hombre, sin necesidad de que la rescate: sin caer en la trampa de sentirse inferior; sin buscar el consuelo a una debilidad que es compartida. Blancanieves, hoy en día, sería despertada de su lecho, por un hombre o una mujer, que la diera la mano para caminar juntos por la vida, no a la vera de ninguna sombra más fuerte, más grande, o, más dominante.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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