lunes, 17 de junio de 2019

Reciclar el recuerdo

Hasta el recuerdo muere alguna vez, y cuando lo hace, solo, nos quedan las, viejas, fotografías, envueltas en plásticos, que no pueden degradarse, que no saben cómo ser olvido, que ignoran la secuencia del adiós, para traer hasta nuestra memoria a los seres, que quisimos; que vuelen disfrazados de  melancolía; que regresan absortos en el devenir de los sucesos;  que se pierden en el estrés del sentimiento;  que se abrazan a nuestra soledad. El recuerdo es un cansado reloj que nunca deja de llorar.

A la memoria, de mis tatarabuelos, bisabuelos, abuelos, tios abuelos, primos abuelos con todo mi amor
Ana Tapias(todos los derechos reservados(©

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