En la fotografía, que hice esta mañana,
una naranja es devorada por el plástico, que tarda, años, en despedirse, y,
cuyos restos son mortales, tanto para la naturaleza, como para los animales.
Muchos de ellos, comen, sin darse cuenta, lo que humanos sin conciencia medio
ambiental, arrojan a la montaña o al mar. Hemos sido, derrotados en nuestra
evolución consumista por el plástico, a quien hemos de ir sustituyendo, para no
extinguirnos como especie y ser memoria de futuro.
Ana Tapias( todos los derechos
reservados))©
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