Cada día es una invitación al olvido; a ser otros;
a caer en la trampa de la eternidad; a buscar excusas en calendario, para ser
unos delincuentes de la alegría; cuando, la vida, nos empuja, nos deja, nos
traslada, a la tristeza, de donde nunca, sabremos volver, pues es una capsula
del tiempo sin vuelta atrás.
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