Yo no creo en la dos Españas, soy agnóstica
de esa visión que conduce a los dos bandos; que se mataron sin mirarse; que se
vieron obligados a sobrevivir a una guerra, alzamiento, o sublevación, en la que no tuvieron más remedio que posicionarse; que corrieron a los refugios,
para protegerse de bombas que llevaban el nombre de otros; que olvidaron, la
alegría, para sumergirse en la tristeza de la despedida; que caminaron entre
ruinas, donde buscaron la memoria de sus antepasados; que odiaron a sus vecinos
a los que habían ayudado; que descuidaron, el ruido del río, por miedo a ser
capturados; que cantaron, clandestinamente, en los cumpleaños; que se amaron con cartas, recibidas en los frentes como si fueran latas de sentimientos; que se casaron sin curas, ni trajes blancos, ni altares; que se negaron a parte de
ser del odio impuesto por militares y políticos. Yo creo en la España, que luchó por no
someterse a unos y a otros, pero tuvo que claudicar ante las armas sin poder
gritar"No", porqué mi familia, se vio abocada a los dos bandos, a pesar de no sentirse parte de ninguno de ellos.
Ana Tapias( todos los derechos
reservados)©
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