Luces del olvido

La bombilla apenas se adivina en esta fotografía; tal vez, haya difuminado su existencia para no abrumarla; tal vez,  piense que alumbre la memoria difusa, escondida, escindida; tal vez, genere incertidumbre junto a la flor de papel, y el reloj ,centenario, que apunta al paso del tiempo, como si fuera una sombra de la que es imposible zafarse, librarse, desembarazarse sin la maleza del olvido; que arde en las almas que vagan sin ser nombradas, que deambulan sin ser descifradas, que pululan sin ser fotografiadas, al otro lado del recuerdo

Ana María Tapias García( todos los derechos reservados)©

Trompetas del tiempo

El tiempo se asemeja a una trompeta dual, de un payaso en un pista de circo, donde gira nuestro destino; mientras un domador, amaestrado, por la monotonía la desdibuja dentro del olvido; la empapa dentro de la lluvia; la pervierte dentro de la duda. El payaso, a duras penas, logra levantarse dentro de los segundos, de los minutos, de las horas, de los días que le parecen eternos para sobrevivir y efímeros para sonreír, en un mundo donde las lágrimas se apoderan del sentimiento.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)

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Cáscaras del tiempo

El tiempo nunca nos pertenece, siempre nos desnuda para dejarnos en el olvido, de donde una, vieja, fotografía cargada de momento, nos resucitara. sin miedo, ante la mirada de un desconocido, que se preguntará si fuimos o felices o tan solo posábamos; si éramos parte de la tierra o satélites ajenos a la órbita del sol; si queríamos caminar bajo ataduras o volar sobre la fantasía; si anhelábamos llorar en el vacío o nuestras lágrimas eran prefabricadas. Los ojos del desconocido,  nos llenaran de vida, de interrogantes, de caricias, para volver al ayer.

Ana Tapias( todos los derechos reservados©

El camino

El camino, está cuajado de sombras que hemos de aprender a sortear, a vencer, a vadear, sin miedo; con libertad para soñar sin los prejuicios impuestos por la sociedad; que censura cada acto; cada comisura de pensamiento;  cada intento de ser nosotros mismos; cada búsqueda de nuestra fe en la vida; cada hilo de sensibilidad, que nos atrevemos a pronunciar sin renunciar a nuestros principios, creados desde nuestros espejos; más allá de las dudas; aliados de nuestros pasos, que siempre son, pequeñas, sombras,   al lado de los pasos de las multitudes, que se pegan para llegar siempre al mismo espacio de olvido.

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Efectos colaterales del Covid en Colombia

El Covid 19, virus carente de empatía con el ser humano, pues lo asesina, pues lo deja atado a secuelas, provoca efectos colaterales, indeseados, en los jóvenes. Así en Colombia, país donde la guerrillas han creado sus propios estados; el virus, ha sido la excusa para aumentar el abuso sobre niñas y sobre niños. A las niñas, las utilizan como esclavas domésticas y sexuales de los jefes de la guerrilla.  A los niños, los adiestran en la guerra, formando parte de un ejército de niños de soldado, adictos a la crueldad, al odio, al asesinato, a la lucha, a la venganza. Niños, que deberían estar escolarizados, se han convertido en escudos humanos, en bombas, en balas, de una ideología que se solo se mantiene con la agresión, con la extorsión, con la humillación. Niños, que nunca entenderán el valor de la amistad; que nunca usarán la palabra como sonrisa. Niños, entregados a ser perseguidos por la justicia, para acabar sus días, enterrados en el olvido de las cárceles; donde susurraran a su destino; donde lloraran a su eco; donde dialogaran con su libertad perdida; pues siempre, estuvieron encerrados en la violencia de sus pequeños dioses, quienes sobrevivieron con la muerte de otros dioses sin armas.

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Lo inverosimil

Lo inverosímil, lo insospechado, lo inadmisible, nos rodea, nos cerca, nos invita a formar parte de otra realidad, de la que no somos conscientes, pero si participamos de sus logros, de sus derrotas, de sus dobleces, de sus alegrías, de sus lágrimas, que recorren nuestros vestidos, inútiles, de hojas que siempre se lleva el viento.

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Vencer al tiempo

Nuestra inmortalidad es vencer al tiempo, derrotarlo, asociarlo con el ayer, mientras que nosotros pertenecemos siempre a un presente ,sin fisuras, sin grietas, sin baches; sujetos al destino de un esqueleto, que no nos pertenece, puesto que no le hemos elegido, pero que ha de seguir nuestras palabras, nuestros hechos, nuestros sucesos como si formaran parte de su integridad, que no ha resquebrajarse, que no ha de romperse, que no ha de perderse, en las brumas del tiempo; que ha de permanecer cantando bajo los minutos, bajo los segundos, bajo las horas de nuestra memoria.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Tenebrismo de la rutina

 Nuestra rutina, nuestras rutinas, nos invitan a comer momentos; a despedir nostalgias; a crear sueños, entre luces y sombras, que nos conminan a ser partícipes de hechos, de sucesos, de circunstancias, de los que, de la mayoría de las veces, somos marionetas, incluidas ,dentro de hilos que susurran a nuestro destino, por eso es bueno, de vez en cuando hacer digestiones con la esperanza

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A mis cinco sobrinos amados, que nunca pierdan la fe en luchar por un mundo mejor

Dolor contemporáneo

Un vaso cargado de agua, es tan transparente como un corazón herido, fusilado, atormentado por el sufrimiento, que lo desgarra en lágrimas, incontenibles, que derraman en la rutina seres con trajes, acomplejados, por el destino; que se refugian dentro de sus gafas de sol, para llorar en silencio; sin ser observados por la masa que corta las calles; que cruza semáforos; que bendice el consumismo;  que alaba lo corriente, lo soso, lo pegadizo;  que desprecia el dolor; por eso, el dolor contemporáneo se disfraza de estrés ciego de sentimiento.

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Planchar el ánimo

No sé cuántas sustancias albergan el ánimo, ni cuántas metástasis de alegría y de tristeza padece a lo largo del día; pero sí sé, que cuando la bruma acecha mi pensamiento; cuando la niebla cuaja mi destino; cuando la lluvia invade mi esperanza; he de planchar esas partículas, invisibles, que alimentan mis sueños para seguir luchando.

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Nostalgia

No sé si el tiempo pasado fue mejor; si sé que recurro a él  cuando el sufrimiento me embarga; cuando las lágrimas me inundan; cuando la pereza de luchar me invita a buscar el recuerdo; donde abrazo momentos, que recorren mis latidos, que suspiran a mis palpitaciones, que silencian a mis taquicardias del presente; que engorda mi soledad; que interroga a mis pasos, que olvida mi juventud. El tiempo es una balanza de sueños, donde el precio final siempre lo marca el destino.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Despistes de la mirada

 Hay días, que mi mirada se despista en medio del horizonte; se queda colgada de una nube, en la que viaja, sin tener miedo a volar, en un avión; apretujada entre otros sueños de felicidad, que compiten en una carrera, dándose codazos para llegar a una meta sin certezas; cargada de interrogantes, susurrando al recuerdo;  que se desvanece hacia un precipicio de lágrimas para no volver. Hay días, que mi dolor sucumbe ante la lluvia.

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Detalles

Nuestras miradas, se paralizan ante la grandeza, obviando lo pequeño, lo minúsculo, lo insignificante, que es tal vez, lo más importante, pues todos somos hormigas sumergidas en un destino de sombras;  donde hemos de acoplarnos a las distancias; donde hemos de susurrar a nuestros miedos; donde hemos de llorar a  nuestros sueños; donde hemos de ser fieles a la nostalgia del ayer; donde hemos de caminar entre surcos inundados; donde hemos de sobrevivir a  monumentos sin corazón.  Por eso, nuestras pupilas, han de detenerse ante esos, pequeños, detalles, sin nombre, que es donde se bautiza la esperanza.

A mi amiga Mari Tere, con admiración  y cariño por su lucha, pequeña, diaria que la hace grande.

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Gotas de pensamiento

Nuestro pensamiento, se disgrega como si fuera gotas de aguas sobre nuestras sábanas; insomnes ante la duda, sobre la incertidumbre, acariciando lo efímero de la vida; que nunca se prolonga más allá del calendario, que agoniza delante de nuestra mirada, callado, ausente, delirante; objetando cada acto que nos dirige hacía nuestro destino.

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Superficies del dolor

Amanecemos sin saber que será de nosotros; sin adivinar que nos depararan segundos infinitos ante el dolor, ante la incertidumbre, ante el sufrimiento, que golpea ante la perspectiva de un ataúd sin fecha; cargado de olvido, inmerso en la memoria de aquellos que nos quisieron, pero que terminaran por soñarnos como parte de su supervivencia, de su refugio de la soledad, de su peregrinaje ante el silencio. Amanecemos atados a epidermis del destino cargados de sueños.

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Estar atrapado

 Nuestras vidas, permanecen atrapadas entre telas de araña invisibles, imposibles de quitar, de saltar, de rasgar; donde no podemos respirar sin sentir miedo, incertidumbre, angustia; donde carecemos de flotadores de ánimo para sobrevivir ante la injusticia, que nos conmina a formar parte del dolor, que contiene lágrimas y ausencias; que olvida sonrisas y aplausos; que desdibuja ternuras y caricias. Nuestras vidas, son incapaces de salvar los hilos que las manejan, son marionetas atadas a su destino

Ana Tapias( todos los derechos rservados)
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El recuerdo

La fotografía del sombrero, es de mi abuelo, materno, Leoncio, que usó en sus últimos años de vida, para cubrirse, del cáncer que lo devoraba sin remedio; la fotografía de la niña, es mi abuela, materna, Encarnita, vestida con un manteo de su madre. Retratada para el espejo del paso del tiempo. Ambos son recuerdos, que descansan dentro de mi memoria, para dar impulso a mi rutina no deseada siempre impuesta; para recoger mis lágrimas, por las derrotas del dolor impuesto en la realidad; para refugiarme en el pasado, de la venganza de un presente sin su amor, sin su ternura, sin sus voces, que se cuelan dentro de mis palabras; con sus invisibles tonos, con sus fugaces cuerdas vocales, con sus efímeras verborreas de la costumbre.

Con todo mi amor a la memoria de mis abuelos

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Seres alados, seres caminantes

Nuestras miradas pululan sin rumbo fijo, certero, centrado, hasta que algo estalla dentro de nuestras pupilas; es un ser alado, que nos invita a volar, a correr, a dejarnos caer a su lado. Un ser que no camina como nosotros, sino que se venera lo invisible, desde sus alas de esperanza. Un ser que busca ser parte de nuestras alas sesgadas por la realidad. Un ser inmerso en la fantasía de un anexo, de vida, que no conocemos. Un ser erróneo para nuestros pasos, pero acertado para nuestros corazones, de mariposa, que reposan en silencio dentro de nuestros sueños

Con todo mi amor a mis cinco sobrinitos. Os quiero
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Luchar

La vida es una lucha, a veces sangrienta, a veces velada, a veces intermitente,  entre lo 'perecedero y lo imperecedero, lo caduco y lo perenne, lo efímero y lo eterno, Es una ardua tarea, cargada de sobresueldos para el ánimo, establecer un equilibrio justo, auténtico, sincero, entre el momento y la eternidad, pero, llegada la hora, todos nos volveremos cuadros de silencios, que hablan el lenguaje del adiós.
Con todo mi amor para mis cinco sobrinos, que espero me recuerden

Ana Tapias( todos los derehos reservados)©