Nuestra rutina, nuestras rutinas, nos invitan a
comer momentos; a despedir nostalgias; a crear sueños, entre luces y sombras,
que nos conminan a ser partícipes de hechos, de sucesos, de circunstancias, de
los que, de la mayoría de las veces, somos marionetas, incluidas ,dentro de
hilos que susurran a nuestro destino, por eso es bueno, de vez en cuando hacer
digestiones con la esperanza
A mis cinco sobrinos amados, que nunca pierdan la fe en luchar por un mundo mejor
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