Hay días, que mi mirada se despista en medio del horizonte; se queda colgada de una nube, en la que viaja, sin tener miedo a volar, en un avión; apretujada entre otros sueños de felicidad, que compiten en una carrera, dándose codazos para llegar a una meta sin certezas; cargada de interrogantes, susurrando al recuerdo; que se desvanece hacia un precipicio de lágrimas para no volver. Hay días, que mi dolor sucumbe ante la lluvia.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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