El
tiempo nunca nos pertenece, siempre nos desnuda para dejarnos en el olvido, de
donde una, vieja, fotografía cargada de momento, nos resucitara. sin miedo,
ante la mirada de un desconocido, que se preguntará si fuimos o felices o tan
solo posábamos; si éramos parte de la tierra o satélites ajenos a la órbita del
sol; si queríamos caminar bajo ataduras o volar sobre la fantasía; si anhelábamos
llorar en el vacío o nuestras lágrimas eran prefabricadas. Los ojos del desconocido,
nos llenaran de vida, de interrogantes,
de caricias, para volver al ayer.
Ana Tapias( todos los derechos reservados©
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