El camino, está cuajado de sombras que hemos de
aprender a sortear, a vencer, a vadear, sin miedo; con libertad para soñar sin
los prejuicios impuestos por la sociedad; que censura cada acto; cada comisura
de pensamiento; cada intento de ser nosotros mismos; cada búsqueda de
nuestra fe en la vida; cada hilo de sensibilidad, que nos atrevemos a
pronunciar sin renunciar a nuestros principios, creados desde nuestros espejos;
más allá de las dudas; aliados de nuestros pasos, que siempre son, pequeñas, sombras, al lado de los pasos de las
multitudes, que se pegan para llegar siempre al mismo espacio de olvido.
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