Nuestras vidas, permanecen atrapadas entre telas de araña invisibles, imposibles
de quitar, de saltar, de rasgar; donde no podemos respirar sin sentir miedo,
incertidumbre, angustia; donde carecemos de flotadores de ánimo para sobrevivir
ante la injusticia, que nos conmina a formar parte del dolor, que contiene
lágrimas y ausencias; que olvida sonrisas y aplausos; que desdibuja ternuras y
caricias. Nuestras vidas, son incapaces de salvar los hilos que las manejan, son
marionetas atadas a su destino
Ana Tapias( todos los derechos rservados)©
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