Nuestras miradas pululan sin rumbo fijo, certero, centrado, hasta que
algo estalla dentro de nuestras pupilas; es un ser alado, que nos invita a
volar, a correr, a dejarnos caer a su lado. Un ser que no camina como nosotros,
sino que se venera lo invisible, desde sus alas de esperanza. Un ser que
busca ser parte de nuestras alas sesgadas por la realidad. Un ser inmerso en la
fantasía de un anexo, de vida, que no conocemos. Un ser erróneo para nuestros pasos,
pero acertado para nuestros corazones, de mariposa, que reposan en silencio
dentro de nuestros sueños
Con todo mi amor a mis cinco sobrinitos. Os quiero
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
Con todo mi amor a mis cinco sobrinitos. Os quiero
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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