Las fuentes se hielan en estos días, donde el invierno se acerca a nuestros
cuerpos desvanecidos, helados, desdibujados del calor; que se ahogan dentro del
tiempo, el tiempo siempre pasa, y necesitamos volver a la memoria de nuestra
infancia, para descifrar la ternura de la nieve, que se convierte en olvido en
la madurez; que descuenta besos; que desaloja sueños; que desamortiza susurros;
para instalarnos en lágrimas, que se despiden en silencio del mañana.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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