.La casa de mis abuelos. paternos, ha cambiado de dueños, siendo destruida, por personas que la bautizarán con su melancolía, pero, la casa de mis abuelos, será siempre mía; porque cada día, barreré la entrada, la cocina, el comedor, con la vieja escoba de mi abuela, que me parecía salida de un cuento de brujas; porque cada día, observaré las fotografías de mis tios, de mis primos, sobre el mueble del comedor; porque cada día, encenderé la chimenea de la cocina, para sentarme al lado de mi abuelo, con permiso de mis primos, y dejarme llevar al mundo de mi abuelo; mientras, la abuela, cocinaba, en un armatoste de hierro y las vacas aguardaban en la cuadra, ser ordeñadas por mi abuelo; porque cada día, recorreré la distancia, entre la cocina y los dormitorios, sin puertas, cubiertos con una tenue trapo que hacía de cortina, para dormir y abrigarme con el frio de sus ausencias; que pervierte mi dolor, que desnuda mi infancia; donde mis abuelos, eran estrellas que brillaban, cada noche, en el firmamento; donde las busco, en mi madurez,para abrazar su soledad.
A la memoria de mis abuelos paternos, Saturnino y Evarista, con todo el amor de vuestra nieta, os quiero
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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