El recuerdo de lo que fuimos, se desvanece lentamente, sin miedo, agotado
por el paso de las estaciones, que no dan tregua a la convivencia de la muerte
y de la vida, que nos susurra a las arrugas: que cualquier día, serán parte de un cadáver
sin sonrisa, que buscará un mundo donde seguir soñando.
Ana Tapias( todos los derechos reservados©
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