Tal vez, la noche y el día, sean percepciones de nuestro pensamiento; educado a seguir al sol; resignado a olvidar a la luna; que se deja querer, cuando nuestros ojos, cansados de librar batallas, contra seres sin bautizar, que ataviados con armaduras, de envidia, atacan nuestros cuerpos descuartizándolos en lágrimas; pues la bondad, murió envuelta en el dolor; que transita de cuerpo a cuerpo; que vaga de silencio a silencio; que devora sueño a sueño, que ha de escalar utopías calladas, acariciadas, susurradas, en el calendario; donde nuestros deseos, arañan minutos, que se pierden, sin meditar en nuestras necesidades; que se refugian en la tristeza de nuestras derrotas; que inventan excusas para sonreír en el día , en la noche; con miedo a equivocarse entre salir a la calle con abrigo, o salir acompañados por las sabanas. Tal vez, el día y la noche, sean espejos que romper.
viernes, 30 de agosto de 2024
Desde la noche
Tal vez, la noche y el día, sean percepciones de nuestro pensamiento; educado a seguir al sol; resignado a olvidar a la luna; que se deja querer, cuando nuestros ojos, cansados de librar batallas, contra seres sin bautizar, que ataviados con armaduras, de envidia, atacan nuestros cuerpos descuartizándolos en lágrimas; pues la bondad, murió envuelta en el dolor; que transita de cuerpo a cuerpo; que vaga de silencio a silencio; que devora sueño a sueño, que ha de escalar utopías calladas, acariciadas, susurradas, en el calendario; donde nuestros deseos, arañan minutos, que se pierden, sin meditar en nuestras necesidades; que se refugian en la tristeza de nuestras derrotas; que inventan excusas para sonreír en el día , en la noche; con miedo a equivocarse entre salir a la calle con abrigo, o salir acompañados por las sabanas. Tal vez, el día y la noche, sean espejos que romper.
miércoles, 28 de agosto de 2024
Una muñeca
Con amor a mi madre, que tan bien cuida a sus muñecas.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias
lunes, 26 de agosto de 2024
Selfi de mi sombra
Me acerco a mi distancia, a través de la fotografía; es fácil, sencillo, ameno, reflejar la belleza del entorno, que me lleva a sucumbir; que me obliga a soñar; que me invita a llorar el después; que invade mi pensamiento; que divagaba entre su existencia y su no existencia; que es un paredón de interrogaciones sobre su alma, a la que reza en soledad, para no perder su cuerpo que yace envuelto en la sombra, que sobrevive inmersa en la incertidumbre de su existencia o su no existencia, que será atrapada por el mañana.
Incertidumbre
La muralla de mi ciudad, fue construida, imagino, por el miedo a ser atacada por un conjunto de seres sin conciencia; fue construida, imagino, para ser escuchada por el mañana; fue construida, imagino, para habla del ayer; pero, pese a todo, seguro que en su alma, desbrozaba la incertidumbre, que le provocaba su soledad, en medio del destino; que acamparía sin piedad dentro de sus piedras; dispuestas a configurar abecedarios valientes; aglomeradas en la dicha de ser libres; ancladas en la erosión del silencio; que conjuga siglos después, una conquista de la vida; que se adormece al lado de la esperanza.
viernes, 23 de agosto de 2024
Perspectiva del deseo
Una simple,
silenciosa, solitaria, mandarina; puede
parecer o no parecer, apetecible; pero siempre, ocupa un lugar en nuestro
deseo, que vaga indeciso, entre comer o no comer; entre parecer o no parecer;
entre hablar o no hablar; entre soñar o no soñar; entre resistir o
no resistir; tal vez, nada sea trascendente ante la inminencia del olvido, que
nos dejará queramos o no queramos, envueltos en la nada; donde la esperanza, no
increpara a las dudas, que se tornaran invisibles en nuestros esqueletos de
miedos, que descansaran asolados por el ayer.
jueves, 22 de agosto de 2024
Puzzle de fotografias
Cotidiano
Nada hay más cotidiano, que abrir la nevera, cada día, para contemplar el paisaje de circunstancias; que nos brindan la posibilidad de ser héroes de la monotonía; todos llevamos un héroe escondido en nuestra sombra; que a veces, lucha; que otras veces, huye, en un mundo de horizontes rotos; donde ha de sobrevivir al frio: al calor; a la nieve; al hielo, al deshielo, de momentos; que le invitan a suicidarse sin resistir; pero es necesario, bailar con la esperanza en un mundo, que a pesar del sufrimiento, nos entregue a la dicha de hablar sin miedo, con abecedarios que saben a fantasía; con abecedarios que devoran sueños; con abecedarios que mastican utopías, que abrazan la felicidad bajo la lluvia.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias
martes, 20 de agosto de 2024
El atardecer
El atardecer se desliza suavemente ante nuestras inquietudes, que
cierran sus ojos, cansados, por sobrevivir a la nostalgia; por añadir sucesos;
por pelear contra las dudas, que nos intimidan hasta dejarnos sin sentido; y ya
exhaustos, hemos de aprender a seguir soñando, en un mundo no apto para la
esperanza.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias
domingo, 18 de agosto de 2024
Mi muñeca
Me trajeron los reyes
magos, de los años 70; una muñeca
perfectamente vestida, con gorrito y todo, que cuando le quitabas el chupete
lloraba( apenas me acuerdo de ese detalle); entonces me debió parecer un
milagro, que un ser inanimado que cobraba vida en mi corazón pudiera llorar; ni
me planteé cómo lo hacía; nunca me gustó pensar en cosas de otros; la llorona
era eclipsada en mi sentimiento, por el
muñeco que me regalaron mis abuelos, cuando tenía dos años; le bauticé como
”Coco”; tal vez, porque era un nombre
asequible para mi vocabulario; la llorona, era una muñeca sin sentido en mi
dormitorio que sobrevivía bajo mi indiferencia a los largos inviernos, a cortos
veranos; que le dejaron exhausta de mi apatía; fue apartada a un armario, de
donde salió al nacer mis sobrinos; que
se emplearon bien con ella, puesto que le dejaron sin un brazo y sin una
pierna; que forman parte de mi infancia; que yace mutilada en la llorona, a
quien miro con cariño porque “Coco”, sigue vivo.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias
jueves, 15 de agosto de 2024
El desasosiego
martes, 13 de agosto de 2024
Paisaje de la memoria
Es curioso como deterióranos el paisaje, en nuestra memoria; que es la de nuestros antepasados, que viajan invisibles en nuestra mochila de sentimientos, que pesan en la mirada, cada vez, que alzamos nuestra soledad para divisar el ayer; que se parapeta en montañas, escritas en susurros; entregadas a lágrimas; encumbradas entre despedidas; que son murmullos de un mundo perdido; que nunca volverá a nuestros ojos, inmersos en un destino, incapaz de sobrevivir al mañana.
Con todo mi amor a mis cinco sobrinos: S.G.T; A F.G.T; G.G.T; M.G.T e I. F.G. T que me sobrevivirán y espero recuerden nuestros paseos. Os quiero.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias
El paisaje
El paisaje sueña junto a nuestra mirada; que se pierde entre
el ayer, entre el hoy, donde encuentra reposo a nuestras lágrimas; que son
pequeñas despedidas, de aquellos, que nos dejaron miel en el rostro; de
aquellos, que susurraron nuestros nombres; de aquellos, que conjugaron
nuestros silencios, para formar vocales y consonantes, que nos ayudan a
sobrevivir al destino, impuesto por nuestras obligaciones; que nos
secuestran en medio de la realidad; pero siempre, se dibuja en nuestras
pupilas un paisaje para volar y rozar la felicidad.
miércoles, 7 de agosto de 2024
Desvanecimiento del tiempo
lunes, 5 de agosto de 2024
Secuestro del atardecer
Los días son importantes, para nuestros abecedarios de
supervivencia, que se pierden en momentos; que nos secuestran para conjugar nuestra
inmortalidad; que se empecina en combatir nuestras lágrimas, amigas del cansancio;
hermanadas con las dudas; vencidas por la incertidumbre, que acecha a nuestros
cuerpos; que aciertan a bailar en soledad, cuando el sol desdibuja nuestra
sombra, cada atardecer, para quedarnos junto al silencio
Con cariño a mi amiga, Fuencisla, que lucha y lo logrará.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias
sábado, 3 de agosto de 2024
Caminar bajo el olvido
El destino nos lleva cada día a ser parte del ayer; a adentrarnos en el mañana; a suspirar la nostalgia de los que se fueron y permanecen en nuestras miradas; que caminan, cada atardecer, envueltas en el olvido, de la monotonía, que nos secuestra, que nos intimida, que nos acosa; para perder nuestros sueños y entregarnos a las obligaciones de otros; que nos impulsan a caer en la derrota de caras sin utopías, que nos convierten en lágrimas de la vida, que se escapa al ritmo de nuestros pasos.
viernes, 2 de agosto de 2024
El atardecer
Se desvanece
el día, entre suspiros, que vigilan nuestras miradas cansadas, agotadas,
somnolientas; donde el hoy es ayer; donde el mañana es una utopía, adornada por
calendarios, con días que van y vienen en nuestro destino; que juega a no
caerse en el recuerdo, de quienes guardaran nuestra memoria como si fuera parte
de su supervivencia. Se desvanece el día, entre silencios que no volverán a
nuestras sombras, hartas de llorar sueños, exiliados a nuestra fantasía, donde
siempre tendrán cabida. Se desvanece el día, entre sonrisas, que se despiden
del momento, que es lo único que nos pertenece para resistir a la nostalgia de
ser efímeros.