viernes, 30 de agosto de 2024

Desde la noche


 Tal vez, la noche y el día, sean  percepciones de nuestro pensamiento; educado a seguir al sol; resignado a olvidar a la luna; que se deja querer,  cuando nuestros ojos, cansados de librar batallas, contra seres sin bautizar, que ataviados con armaduras, de envidia, atacan nuestros cuerpos descuartizándolos en lágrimas;   pues la bondad, murió envuelta en el dolor;  que transita de cuerpo a cuerpo; que vaga de silencio a silencio; que devora sueño a sueño, que ha de  escalar utopías calladas, acariciadas, susurradas, en el calendario; donde nuestros deseos,  arañan minutos, que se pierden,  sin meditar en nuestras necesidades; que se refugian en la tristeza de nuestras derrotas; que inventan excusas para sonreír en el día , en la noche;  con miedo a equivocarse entre salir a la calle con abrigo, o salir acompañados por las sabanas. Tal vez, el día y la noche, sean espejos que romper.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

miércoles, 28 de agosto de 2024

Una muñeca


 Una muñeca sonríe al futuro; a su alrededor, se encuentran viejas fotografías; de los que resisten el paso del tiempo, cobijados por la memoria; invitados por la inmortalidad a ser dioses del recuerdo; que acaricia a la muñeca, que conserva su belleza, pese a ser una anciana, con arrugas del silencio; que inundan los ojos de su dueña; una mujer mayor, que suspira por abrazar el tiempo pasado, donde fue joven, y sus pies juntaban sonrisas; que se despiden lentamente de un mañana, que arrojará a una muñeca a otro lugar, donde nadie, le  invitará  a crecer entre sus hijas; donde nadie, le esculpirá besos en las mejillas; donde nadie, le ensañará a leer en sus labios. Una muñeca llora su destino.

Con amor a mi madre, que tan bien cuida a sus muñecas.

 

 © Todos los derechos reservados) Ana Tapias

lunes, 26 de agosto de 2024

Selfi de mi sombra

 

 Me acerco a mi distancia, a través de la fotografía; es fácil, sencillo, ameno, reflejar la belleza del entorno,  que me lleva a sucumbir; que me obliga a soñar; que me invita a llorar el después; que invade mi pensamiento; que divagaba entre su existencia y su no existencia; que es un paredón de interrogaciones sobre su alma, a la que reza en soledad, para no perder su cuerpo que yace envuelto en la sombra, que sobrevive inmersa en la incertidumbre de su existencia o su no existencia, que será atrapada por el mañana.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

Incertidumbre


  La muralla de mi ciudad, fue construida,  imagino,  por el miedo a ser atacada por un conjunto de seres sin conciencia; fue construida, imagino, para ser escuchada por el mañana; fue construida, imagino, para habla del ayer;  pero, pese a todo, seguro que en su alma, desbrozaba la incertidumbre, que le provocaba su soledad, en medio del destino; que acamparía sin piedad dentro de sus piedras;  dispuestas a configurar abecedarios valientes; aglomeradas en la dicha de ser libres; ancladas en la erosión del silencio; que conjuga siglos después, una conquista de la vida; que se adormece al lado de la esperanza.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

viernes, 23 de agosto de 2024

Perspectiva del deseo


Una simple, silenciosa, solitaria, mandarina;  puede parecer o no parecer, apetecible; pero siempre, ocupa un lugar en nuestro deseo, que vaga indeciso, entre comer o no comer; entre parecer o no parecer; entre hablar o no hablar; entre soñar o no soñar; entre resistir  o  no resistir; tal vez, nada sea trascendente ante la inminencia del olvido, que nos dejará queramos o no queramos,  envueltos en la nada; donde la esperanza, no increpara a las dudas, que se tornaran invisibles en nuestros esqueletos de miedos, que descansaran asolados por el ayer.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

jueves, 22 de agosto de 2024

Puzzle de fotografias

  

La tía María, guardaba fotografías; que por conveniencia del destino, he descubierto en la casa de mis padres; desconozco quienes eran, estas personas, que posan en blanco y negro; ajenas a mi supervivencia; desinhibidas de mi sufrimiento; encajadas en mí no nostalgia; que no las reclamaba como parte de su herencia emocional; que se perpetua en viejas fotografías, de mis bisabuelos, y de mi tío Amador( tío-abuelo) a quien abrazo con la memoria de mi abuela, de mi madre, que me hablaban de su corta vida, que he aprendido a descifrar; y ellos, sé que conjugaban el sentimiento de mi tía María; que vagaba entre sus rostros felices, para desembarcar su soltería en compañía; y ellos, a los que hablo en mis amaneceres invisibles, me cuentan sus vidas, que adquieren textura en mi corazón, que sueña con ser imprescindible para su recuerdo.


© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

Cotidiano


 Nada hay más cotidiano, que abrir la nevera, cada día, para contemplar el paisaje de circunstancias;  que nos brindan la posibilidad de ser héroes de la monotonía; todos llevamos un héroe escondido en nuestra sombra; que a veces, lucha; que otras veces, huye, en un mundo de horizontes rotos; donde ha de sobrevivir al frio: al calor; a la nieve; al hielo, al deshielo, de  momentos;  que le invitan a suicidarse sin resistir; pero es necesario, bailar con la esperanza en un mundo, que a pesar del sufrimiento, nos entregue a la dicha de hablar sin miedo,  con abecedarios que saben a fantasía; con abecedarios que devoran sueños; con abecedarios que mastican utopías, que abrazan la felicidad bajo la lluvia.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

martes, 20 de agosto de 2024

El atardecer



El atardecer se desliza suavemente ante nuestras inquietudes, que cierran sus ojos, cansados, por sobrevivir a la nostalgia; por añadir sucesos; por pelear contra las dudas, que nos intimidan hasta dejarnos sin sentido; y ya exhaustos, hemos de aprender a seguir soñando, en un mundo no apto para la esperanza.



 © Todos los derechos reservados) Ana Tapias

domingo, 18 de agosto de 2024

Mi muñeca


 

Me  trajeron los reyes magos, de los años 70;  una muñeca perfectamente vestida, con gorrito y todo, que cuando le quitabas el chupete lloraba( apenas me acuerdo de ese detalle); entonces me debió parecer un milagro, que un ser inanimado que cobraba vida en mi corazón pudiera llorar; ni me planteé cómo lo hacía; nunca me gustó pensar en cosas de otros; la llorona era eclipsada en mi sentimiento,  por el muñeco que me regalaron mis abuelos, cuando tenía dos años; le bauticé como ”Coco”;  tal vez, porque era un nombre asequible para mi vocabulario; la llorona, era una muñeca sin sentido en mi dormitorio que sobrevivía bajo mi indiferencia a los largos inviernos, a cortos veranos; que le dejaron exhausta de mi apatía; fue apartada a un armario, de donde salió al nacer mis sobrinos;  que se emplearon bien con ella, puesto que le dejaron sin un brazo y sin una pierna; que forman parte de mi infancia; que yace mutilada en la llorona, a quien miro con cariño porque “Coco”, sigue vivo.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

jueves, 15 de agosto de 2024

El desasosiego


 El paso del tiempo, dibuja invisibles cicatrices en nuestro cuerpo; que sigue caminando bajo la lluvia, como  si la vida fuera fácil; que sigue soñando en cada amanecer, como si la vida fuera eterna; que sigue saltando entre la ruinas del olvido, como si la vida fuera memoria; pero la vida, es erosión de nuestro cuerpo, que se deja vencer por el mañana, donde alguien, a quien apenas dijimos” te quiero”, llorara cerca de nuestro ataúd cerrado; para no encontrarse con nuestra juventud; que fue un horizonte atrapado en la red del destino, donde solo se salvan la viejas fotografías, que hablan de razones para sonreír a pesar de la despedida.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

martes, 13 de agosto de 2024

Paisaje de la memoria


  Es curioso como deterióranos el paisaje, en nuestra memoria; que es la de nuestros antepasados, que viajan invisibles en nuestra mochila de sentimientos, que pesan en la mirada, cada vez, que alzamos nuestra soledad para divisar el ayer; que se parapeta en montañas, escritas en susurros; entregadas a lágrimas; encumbradas entre despedidas; que son murmullos de un mundo perdido; que nunca volverá a nuestros ojos, inmersos en un destino, incapaz de sobrevivir al mañana.

Con todo mi amor a mis cinco sobrinos: S.G.T; A F.G.T; G.G.T; M.G.T e I. F.G. T que me sobrevivirán y espero recuerden nuestros paseos. Os quiero.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

El paisaje

El paisaje sueña junto a nuestra mirada; que se pierde entre el ayer, entre el hoy, donde encuentra reposo a nuestras lágrimas; que son pequeñas despedidas, de aquellos, que nos dejaron miel en el rostro; de aquellos, que susurraron nuestros nombres; de aquellos, que conjugaron nuestros silencios, para formar vocales y consonantes, que nos ayudan a sobrevivir al destino, impuesto por nuestras obligaciones; que nos secuestran en medio de la realidad; pero siempre, se dibuja en nuestras pupilas un paisaje para volar y rozar la felicidad.

 
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

miércoles, 7 de agosto de 2024

Desvanecimiento del tiempo

Los segundos, los minutos, las horas, nos acechan en nuestros débiles cuerpos,  que caminan inmersos de sus anhelos;  que nos conminan a hablar de un futuro sin lágrimas; que nos acaricie en un horizonte de eternidad; donde el tiempo nos abrace para ser libres, para  no temer al  exilio hacia un mundo sin formas; donde soñar en un mundo sin miedos;  donde nadar en un mundo sin abecedarios;  donde cantar en un mundo inmerso en el recuerdo, que alguien enarbolará como bandera de la felicidad.

 © Todos los derechos reservados) Ana Tapias

lunes, 5 de agosto de 2024

Secuestro del atardecer

 

 Los días son importantes, para nuestros abecedarios de supervivencia, que se pierden en momentos; que nos secuestran para conjugar nuestra inmortalidad; que se empecina en combatir nuestras lágrimas, amigas del cansancio; hermanadas con las dudas; vencidas por la incertidumbre, que acecha a  nuestros cuerpos; que aciertan a bailar en soledad, cuando el sol desdibuja nuestra sombra, cada atardecer, para quedarnos junto al silencio


Con cariño a mi amiga, Fuencisla, que lucha y lo logrará.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

sábado, 3 de agosto de 2024

Caminar bajo el olvido


 El destino nos lleva cada día a ser parte del ayer; a adentrarnos en el mañana; a suspirar la nostalgia de los que se fueron y permanecen en nuestras miradas; que caminan, cada atardecer, envueltas en el olvido, de la monotonía, que nos secuestra, que nos intimida, que nos acosa;  para perder nuestros sueños y entregarnos a las obligaciones de otros; que nos impulsan a caer en la derrota de caras sin utopías, que nos convierten en lágrimas de la vida, que se escapa al ritmo de nuestros pasos.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

viernes, 2 de agosto de 2024

El atardecer

 

Se desvanece el día, entre suspiros, que vigilan nuestras miradas cansadas, agotadas, somnolientas; donde el hoy es ayer; donde el mañana es una utopía, adornada por calendarios, con días que van y vienen en nuestro destino; que juega a no caerse en el recuerdo, de quienes guardaran nuestra memoria como si fuera parte de su supervivencia. Se desvanece el día, entre silencios que no volverán a nuestras sombras, hartas de llorar sueños, exiliados a nuestra fantasía, donde siempre tendrán cabida. Se desvanece el día, entre sonrisas, que se despiden del momento, que es lo único que nos pertenece para resistir a la nostalgia de ser efímeros.

 

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias