Nada hay más cotidiano, que abrir la nevera, cada día, para contemplar el paisaje de circunstancias; que nos brindan la posibilidad de ser héroes de la monotonía; todos llevamos un héroe escondido en nuestra sombra; que a veces, lucha; que otras veces, huye, en un mundo de horizontes rotos; donde ha de sobrevivir al frio: al calor; a la nieve; al hielo, al deshielo, de momentos; que le invitan a suicidarse sin resistir; pero es necesario, bailar con la esperanza en un mundo, que a pesar del sufrimiento, nos entregue a la dicha de hablar sin miedo, con abecedarios que saben a fantasía; con abecedarios que devoran sueños; con abecedarios que mastican utopías, que abrazan la felicidad bajo la lluvia.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias
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