domingo, 18 de agosto de 2024

Mi muñeca


 

Me  trajeron los reyes magos, de los años 70;  una muñeca perfectamente vestida, con gorrito y todo, que cuando le quitabas el chupete lloraba( apenas me acuerdo de ese detalle); entonces me debió parecer un milagro, que un ser inanimado que cobraba vida en mi corazón pudiera llorar; ni me planteé cómo lo hacía; nunca me gustó pensar en cosas de otros; la llorona era eclipsada en mi sentimiento,  por el muñeco que me regalaron mis abuelos, cuando tenía dos años; le bauticé como ”Coco”;  tal vez, porque era un nombre asequible para mi vocabulario; la llorona, era una muñeca sin sentido en mi dormitorio que sobrevivía bajo mi indiferencia a los largos inviernos, a cortos veranos; que le dejaron exhausta de mi apatía; fue apartada a un armario, de donde salió al nacer mis sobrinos;  que se emplearon bien con ella, puesto que le dejaron sin un brazo y sin una pierna; que forman parte de mi infancia; que yace mutilada en la llorona, a quien miro con cariño porque “Coco”, sigue vivo.

© Todos los derechos reservados) Ana Tapias

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