¡ Habia una vez un payaso que alegraba las tardes de mi colegio! Tardes en blanco y negro en el comedor de mis abuelos. Abuelos en blanco y negro. Miliki era el payaso que siempre se caía. Mliki era el payaso que nos hacía sentir listos y descubrir nuestras sonrisas. Sonrisas de nariz grande y pómulos con chistera. Mi payaso de 82 años se ha ido del circo a otro lugar para cantar:
Habia una vez.
Unas lágrimas para él. Mi amado Emilio Aragón.
¡ Descanse en paz!
Con cariño de su niña de cuarenta y dos años.
Ana.
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