El tifón y la destrucción podría ser el titulo de un cuento de Gabriel García Márquez, pero no lo es. El tifón bautizado como " Haiyan" ha dejado rostros sin nombre. Rostros arrojados a la nada. Nada de sus vidas destrozadas en un pedazo de aire con mala leche. Rostros cuyos familiares se empeñarán en recordar hasta que sus memorias fallen. La memoria siempre falla a pesar de las fotos que son la otra memoria: la memoria en blanco y negro. Memoria de un tifón de cuyo nombre no quiero acordarme.
Ana Maria Tapias Garcia.
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