Viven en las esquinas sentados cubiertos de nada. Piden para ser otros. Viven ajenos a los escaparates donde glosan sus miradas. Viven en el dolor y es difícil mirarlos, pero alguna vez alguien deja escapar unas monedas de sus vidas y entonces se suben a los escaparates y miran. Entonces están más cerca de ser parte de la realidad, mientras tanto vivirán sentados.
Ana Maria Tapias Garcia.
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