A las tres de la mañana llamaban a la puerta de casa. El vecino del tercero, vivimos en un segundo, piso. Su historia parecía creíble " oía caer el agua" Hace año y medio la vecina del tercero que vive encima nuestra se dejó el grifo abierto y nos llenó de goteras casi toda la casa.
No sabiamos dónde estaba ni cómo localizarla. No aparecían manchas en el cuarto de baño. Tras media hora donde todas las posibilidades jugaron en nuestra imaginaciones nos fuimos a dormir con la esperanza de no ser agua. En mi cabeza oia el ruido del agua y pensaba en que estaba siendo torturada por el destino. El destino era asi y yo sin flotador, no sé nadar. No se ha inundado la casa era una cisterna rota.
No sabiamos dónde estaba ni cómo localizarla. No aparecían manchas en el cuarto de baño. Tras media hora donde todas las posibilidades jugaron en nuestra imaginaciones nos fuimos a dormir con la esperanza de no ser agua. En mi cabeza oia el ruido del agua y pensaba en que estaba siendo torturada por el destino. El destino era asi y yo sin flotador, no sé nadar. No se ha inundado la casa era una cisterna rota.
A las tres de la mañana un vecino en pijama me ha dejado ahogada en mis pensamientos.
Ana Maria Tapias Garcia
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