jueves, 14 de noviembre de 2013

Violadores en libertad

Violadores  se ocultan debajo de gorros y bufandas. Conozco sus nombres y sus condenas: García  Robao, Pedro, condenado a 1.721 años por 70 violaciones y Luis Gallego, condenado a 273 años por la violación y la muerte de dos jóvenes.
Tengo miedo,  ya lo tenía desde que el verano pasado,  un hombre nos siguió a mi amiga y mí.  Tuvimos que llamar a la policía.  No he vuelto a bajar sola donde sufrimos el " acoso" y tengo más cuidado,  miro quien viene detrás. He tenido que avalar mi miedo delante de mucha gente, que me ha llamado " exagerada". No existe lugar para la exageración cuando el sufrimiento es evidente.
Deberíamos exigir a quien excarcela  que nos dejen ver sus rostros.
La ley aparte de cumplirse ha de evitar futuros delitos y los violadores es sabido que nunca se rehabilitan ni se arrepienten. La ley que todos respetamos como si fuera el único Dios ha proteger. 
Ana Maria Tapias Garcia

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