Esta fuente no es una fuente normal. Aquí los niños en verano juegan, los niños que sus padres y madres dejan. Traen, llevan cubos a la arena. Se pasan el año encerrados en sus colegios, siendo el verano su paraíso sin normas, ni profesores.
Tuve que dejar a mi sobrino en el parque con una amiga. Mi madre sufría una taquicardia, le acompañé a casa y cuando estuvo mejor volví. Me encontré con dos niños tirándose cubos de agua y empapados. Me pareció divertido, pero la censura me miraba, me acosaba, me tachaba de mala persona.
Un artista local me regañó, cuando le vi la semana pasada bailando al son de los porros. Un padre violento casi me pega con su mirada y sus actos. A sus hijos nadie les molestó. Su mujer me decía" está todo mojado". Sí señora estuvo disfrutando de sus cinco años, y tiene derecho a reír en la fuente. Las guerras empiezan así, por la intolerancia de aquellos que se creen dueños de los demás
Ana María Tapias Garcia. .