Veo sus lágrimas en el diario el Mundo: un ataque terrorista en el Norte de Kenia ,ha matado a 48 personas, entre ellas, sus familiares. Sus lágrimas, negras, recorren mi conciencia. No han de llorar , pero, alguien quiso asesinar a su esperanza de futuro, que formaban parte de sus sonrisas, rotas, por las balas.
No creo en la violencia como forma de expresión. No creo en la guerra. No creo en las lágrimas negras. La violencia ha de ser derrotada. La violencia ha de extinguirse, como lo hicieron los dinosaurios de una vez, siendo sus fósiles recordatorios , para no olvidar a las víctimas.
No creo en la violencia como forma de expresión. No creo en la guerra. No creo en las lágrimas negras. La violencia ha de ser derrotada. La violencia ha de extinguirse, como lo hicieron los dinosaurios de una vez, siendo sus fósiles recordatorios , para no olvidar a las víctimas.
Ana Maria Tapias Garcia.
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