sábado, 7 de junio de 2014

Violar

Muchas mujeres nos miran desde sus, ataúdes, víctimas de la violencia. Reclaman justicia. Lloran descomponiéndose porqué ,alguien, les secuestró sus vidas. Sugiriéndonos que, ellas, no deberían pudrirse ahora. Eran  madres, esposas, e hijas, formaban un paisaje de sentimientos, descuartizado, sin razón, por el ataque de hombres, que no saben ser, farolas, sólo animales en celo. Hombres, siniestros, que violan nuestras conciencias. Deben ser condenados aliviando, así, el dolor de las mujeres-esqueleto.

Con todo mi cariño a la mujer India de cuarenta y dos años, quemada y violada. Ella somos todos.

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