En la lejanía un hombre llamado Felipe, habría de suceder a su padre, Juan Carlos. En la lejanía de la costumbre, acicalada, por la Constitucion, el Rey abdicó. El país envuelto en una crisis, sin paragón, salió a las calles a pedir un referéndum. La sucesión se dejó atada en la palabra de ley. Felipe VI, empezó su reinado con el, acaloramiento, de sus súbditos, quienes ya no leían cuentos de príncipes a sus hijos. Felipe VI, sonreía ante la llegada de los nuevos tiempos y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Ana Maria Tapias Garcia.
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