jueves, 21 de agosto de 2014

Paulino

Paulino se aferra a  su bastón,  sus piernas debilitadas se abren paso lentamente entre las  calles que corren a su espalda. 
Paulino sube cuatro pisos con muchas escaleras,  luchando contra un enemigo al que es difícil de  vencer, pero su paciencia y su tenacidad lo logran. La lucha librada en el corazón es la más grande de las batallas, superarse a si mismo es un triunfo. 
Ayudé a Paulino, su hija iba por sujetándole por detrás, a llegar a la cima, y al final me sonrió. Su sonrisa me liberó de la escalada a mi muro de sueños, donde me dejó vencer a veces por la desesperanza y la rutina implacable, sé que como Paulino lo lograré,  y mi sonrisa me liberara de la tristeza. Gracias por ser un héroe para mí. 

Con todo mi cariño a Paulino Rubio y su familia.


Ana Maria Tapias Garcia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario